La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) autorizó el desmonte de 261 hectáreas de selva en Cancún para la construcción de la más grande de las terminales multimodales del Tren Maya carguero, esto tras autorizar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y pese a los cuestionamientos de ambientalistas.
La autorización, sin embargo, hace referencia a la posibilidad de afectar a al menos 12 especies presentes en la zona, además de tener implicaciones en la explotación del acuífero.
El Financiero revisó la autorización de la MIA, en donde, por ejemplo, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) realizó sugerencias para contemplar acciones que no afecten a los polinizadores y a la fauna en la zona.
“Considerando que el proyecto se liga con la línea 4 del Tren Maya en actividades operativas relacionadas can el transporte de personal, materias primas, mercancías y productos, así como ayudar al desarrollo turístico en la zona, sugerirnos estimar la calidad ambiental en diferentes indicadores que reflejen el impacto can o sin proyecto, los números de especies protegidas en relación con las condiciones antes y después de la intervención del proyecto” dice el resolutivo.
Pese a que la autorización ambiental no fue aprobada hasta julio de este año, el gobierno federal ya anunció el comienzo de la construcción de la más grande terminal multimodal, que será una de las más importantes para el transporte de mercancías en el sureste.
“Cancún: es la terminal más grande del sistema y tendrá una terminal de almacenamiento y distribución de combustibles para alimentar por turbosinoducto al Aeropuerto Internacional de Cancún. Ya está en construcción”, indica el sitio gubernamental ‘Proyectos México’.
Al respecto, la organización ambientalista GreenPeace indicó que el Tren Maya no solo es un proyecto turístico, sino un megaproyecto de infraestructura en el sureste que propiciará la devastación ambiental a gran escala.
“Esta fase amenaza con consolidar un modelo extractivista que pone en grave riesgo la biodiversidad, los territorios indígenas y el equilibrio ecológico de toda la región. Ahora lo estamos viendo con claridad: inicia la fase de carga, diseñada para facilitar el transporte masivo de mercancías y recursos naturales”, denunció la organización.
Cabe recordar que la construcción del ramal de carga del Tren Maya aumentará los daños ambientales generados durante la construcción de las vías, estaciones y otras obras del ferrocarril de pasajeros y generará la deforestación de al menos 360 hectáreas adicionales de selva para construir dos terminales intermodales: una en Cancún, Quintana Roo y otra en Progreso, Yucatán.