**Un enfermo mental asesinó a golpes a un taxista, no hubo motivo, no hubo causa alguna, simplemente porque era un trastornado, y ahora la familia del taxista pagará las consecuencias
Como ya lo hemos alertado y comentado en esta misma columna, claro en anteriores ediciones, el problema de los enfermos mentales que abundan no sólo en la capital Tepic, sino en cada uno de los rincones del estado, en los municipios del interior, cuando usted los visita por cuestiones de trabajo o familiares, se da usted cuenta de que hay casi siempre, un enfermo mental en cualquier rincón del estado, desde el que nació ya con problemas de discapacidad mental, hasta el que un golpe, un trauma, la adicción a una droga, entre otros muchos motivos, lo dejaron incapacitado mentalmente, lo que le evita interactuar con el resto de la sociedad.
Pero dado que este problema no es de ahora, tiene décadas y más décadas de antigüedad, ahora les relataré otro lamentable caso en donde el participante que ocasionó el daño es un trastornado mental.
Se trata pues de un taxista que perdió la vida tras ser agredido por un hombre que aparentemente padece de sus facultades mentales.
Lo anterior ocurrió en el poblado del Tizate, municipio de Santiago Ixcuintla, el Tizate para que los que no conocen muy bien la entidad, se ubica muy cerca de lo que se llama el Crucero de Villa Hidalgo, antaño conocido como el Crucero del Nuevo, como se le llamó por muchos años, está relativamente cerca del crucero y es el primer pueblo en la carretera que conduce a Villa Hidalgo.
Bueno, pues luego de esta aportación geográfica, les comentó que el afectado por el trastornado mental por no decir la palabra “loco”, se llamaba Humberto Serafín Villalobos, y este señor, llegó a una tienda de abarrotes que está frente a la plaza principal del Tizate, para mala suerte de Humberto Serafín Villalobos, quien como ya les dije era taxista, cuando llegó a la tienda, ya se encontraba ahí una persona al que los vecinos identificaban como un enfermo mental, vecino de ese poblado del Tizate, y quien sin más ni más, empezó a agredir físicamente al ahora fallecido, le estuvo pegando fuertemente, y en un momento dado lo golpeó con una piedra en la cabeza, con lo que acabó de matarlo, luego el trastornado mental, emprendió rápidamente la huida, aunque dada su incapacidad mental, no tuvo grandes alcances de esconderse, por lo que ese mismo día la policía logró capturar al enfermo mental y ahora asesino, al que luego de detenerlo lo pusieron a disposición de las autoridades correspondientes.
Ahora bien, ¿qué pasará legalmente con este enfermo mental asesino?, bueno en apego a la legalidad, nada, porque un juez lo va a calificar como enfermo mental que requiere atención psiquiátrica y que no supo lo que hizo, e incluso puede recomendar que se le recluya en un centro de tratamientos mentales, para que reciba atención adecuada a su enfermedad, y probablemente para el trastornado y asesino hasta ahí llegará su historia.
En cuanto al taxista que él mató, me refiero al finado Humberto Serafín Villalobos, dejará una estela de tristeza, de desamparo no sólo económico y físico a sus familiares, de hijos o hijas, que vivirán con la tristeza y amargura de que perdieron a su padre sin una causa cuando menos justa, para poder encontrar consuelo, digamos por ejemplo cuando un padre muere porque luchó contra una enfermedad dura que al final lo venció, o por un accidente inesperado, o un accidente de trabajo, en fin, causas en las que uno recuerda al padre que enfrentó un destino que por su actividad, bien podría ocurrir, pero oiga usted, ¿morir a manos de un delirante, de un extraviado, de un trastornado?, al que nunca le hizo daño o lo provocó para que éste lo matara a golpes, eso queda remarcado en los recuerdos de los familiares.
El problema amigos y amigas, que este es sólo un ejemplo de lo peligroso que son estas personas enfermas mentales, en este mismo medio, hemos publicado muchos casos de personas que son agraviadas físicamente por discapacitados mentales, en algunos de estos casos, nos encontramos con mujeres que fueron agredidas y que por suerte algún buen sujeto estuvo en el momento adecuado para ayudarlas, pero ¿cuándo nadie defiende de un extraviado a una fémina atacada por un loco?
Claro que es urgente que se hagan leyes estrictas para proteger la vida de los sanos, y no dejarlos morir a manos de los enfermos mentales, sé que esto suena duro, y que probablemente algunos de los que leen este pequeño artículo, tienen familiares con alguna discapacidad mental, lo cual no es nada extraño, pero por supuesto que quienes tiene esta pesada carga, están obligados a cuidarlos hasta el final, o bien, si su capacidad no les permite hacerlo, intentar su reclusión en algún centro de atención mental, y con justa razón pedir apoyo de las entidades oficiales para evitar que alguien que no tiene capacidad mental para convivir con el resto de la sociedad, esté aislado, de no ser así, entonces seguiremos leyendo casos de excelentes estudiantes, de grandes deportistas escolares, de bondadosos hijos que no llegaremos a verlos triunfar como se merecen, porque un enfermo mental les cortó la vida…hasta mañana