Que está pasando en la alianza opositora. Entre los expertos integrados de inicio en la campaña de su candidata, especialistas en estrategias con el uso y abuso de las redes sociales, mercadología, imagen, etcétera, destacando entre ellos: Max Cortázar reconocido “cuadro” experto en guerra sucia pero del tiempo de Calderón; Antonio Solá destacado intelectual pero de la derecha española.
Por lo que se ha visto parece ser que no han asimilado el tamaño cualitativo de la conciencia que se ha sembrado en el gran conglomerado de nuestro país, conformado por asalariados, campesinos, clase media baja y alta, que han recibido beneficios de la política del actual gobierno, para ellos y para sus familias, sobre todo a sus progenitores cuando rebasan la tercera edad. Incluso también en la clase alta que maneja números positivos en sus negocios establecidos y emprendimientos nuevos, en el entorno de una economía, lo menos que podemos decir, estable. Es lo que se observa más allá del momento electoral actual, espejo que todo lo aumenta y distorsiona en diferentes direcciones.
Del sistema de pensiones, incluyendo la del adulto mayor, se sigue manejando que es una triquiñuela electoral, cuando fue promesa de la campaña del 2018 con una gran dosis de voluntad y arriesgado valor político, económico y social, concertada desde el inicio de este sexenio. Sin embargo se les complican las cosas cuando, por un lado quieren apropiarse discursivamente de esta política y por otro se les siguen saliendo frases como “los guevones no caben…a trabajar cabrones” o que “serán medidas temporales”.
Por otra parte le sugieren a la candidata ir a promoverse en Estados Unidos con entrevistas con algunos representantes del poder, sin ningún intento serio de acercamiento con los millones de mexicanos emigrados en EUA que si podrían representar votos efectivos. Y a España con la que nos une un mestizaje, un lenguaje y muchas tragedias de origen, gobernada ahora por una monarquía con una visión eurocéntrica, con un barniz ideológico colonialista al que le llaman la “iberósfera”, sin una influencia política efectiva en México.
Su equipo calificó estas giras como exitosas con un balance positivo, pero, al no haber efectos que le abonaran en sus prosélitos mexicanos, entonces fue una pérdida de tiempo. Lo cierto es que son como autoengaños; a la candidata se le ve desubicada, incomoda, poco informada y poco apoyada por los que encabezan temporalmente al PRI, PAN y PRD y el gran impulsor del fenómeno Xóchitl, Claudio X.
El tema distorsionado de las Afores es el nuevo escudo de algunos caballeros de la mesa bancarizada, de los cuantiosos recursos que se encuentran inactivos por más de diez años, recibiendo el rendimiento por tenerlo en su poder, desviándolo del sentido original de garantizar las pensiones de los trabajadores. Existe una resolución legal que exige la devolución al IMSS de estos fondos no reclamados para reincorporarlos en el sistema de pensiones. El argumento opositor en nado sincronizado es que el gobierno se quiere robar este dinero, porque está en una severa crisis financiera, aunque increíblemente los indicadores económicos dicen otra cosa muy diferente.
El resultado los hemos visto: una falta de eco en la ciudadanía. Tantos recursos utilizados sobre todo en redes, tantos medios de comunicación a su favor, algo les sucedió, porque también tienen asesores que podríamos suponer conocedores de la idiosincrasia mexicana, como lo son Marko Cortés, Alito Moreno, Chucho Zambrano, y de otros como Jesús Ortega, Gurria, De la Madrid, Álvarez Icaza, etcétera. De los burdos montajes televisivos carentes credibilidad, ni hablar. Después de cinco años, lo que queda no son más que cinco semanas y media de campaña y dos debates, para encontrar respuestas que logren cambios que representen votos.
Se comenta que los políticos están ya priorizando sobre la presidencial, las campañas por las gubernaturas de los estados, de la CDMX y de las diputaciones y senadurías, donde se conformarán las nuevas mayorías. Sería nefasto y a destiempo