UNIVERSITARIOS ALZAN LA VOZ; QUE NO SE VIOLEN SUS DERECHOS LABORALES, EXIGEN

Redacción

Este 6 de julio, a un costado del edificio de Rectoría se reunió más de un centenar de universitarios entre docentes, estudiantes y trabajadores administrativos y manuales, activos y jubilados de diferentes unidades académicas de la UAN, para exigir diálogo con la rectora, Norma Liliana Galván, respecto a su inclusión para resolver los problemas estructurales de la Universidad.

Expusieron que es necesario que se abran canales de diálogo con la rectoría para que escuche las demandas y las realidades de la comunidad universitaria para transitar hacia una institución que realmente atienda las necesidades del entorno nayarita y que ofrezca educación de calidad.

El grupo consideró que a partir de la crisis financiera que atraviesa la institución desde hace varios años, se ha privilegiado la lógica administrativa por encima de las labores esenciales y el objetivo de la educación superior: la docencia, la generación y aplicación de conocimiento, así como la extensión y vinculación con la sociedad.

Por el contrario, lo que se ha realizado para atender la crisis, impacta negativamente la trasmisión y generación del conocimiento, la reflexión y la crítica sociocultural, privilegiando una lógica administrativa bancaria, que borra la posibilidad de plantearse la concepción de universidad hacia la que se pretende transitar en el mediano y largo plazo.

Denotaron que actualmente se aplican medidas reactivas a la crisis que deterioran el proceso de enseñanza-aprendizaje y ninguna de ellas aborda los problemas estructurales que aquejan a la institución como el exceso de contrataciones de personal docente, administrativo y manual, exceso del cual, dijeron, no es responsable la comunidad universitaria sino cuatro figuras más o menos movibles quienes,  durante décadas, han decido el rumbo institucional sobre la voluntad de decenas de miles universitarios.

Por el contrario, han tenido que renunciar a una serie de prestaciones laborales por la presión financiera que dichas contrataciones ejercen sobre la institución, además de que no ha habido acciones contundentes para que los responsables rindan cuentas.

Asimismo, manifestaron su preocupación por las contradicciones en el discurso de las autoridades que, por un lado, reiteradamente mencionan los indicadores académicos como uno de los mayores logros de la institución y, por el otro, aplican medidas netamente administrativas que quitan a la educación como el eje y la tarea central que los debe ocupar.

Además, cabe resaltar que los indicadores de competitividad, los índices de resultados educativos y los índices de productividad de la institución, los sostienen justamente los académicos sin que medien las condiciones de infraestructura, de higiene y de seguridad adecuada, que, en muchos casos, no poseen.

Aunado a ellos, los y las estudiantes presentes manifestaron su preocupación por que, a pesar de que la UAN es una universidad pública, creada con dinero del pueblo y que acoge a aquellos que sus condiciones socioeconómicas no les permiten pagar una universidad privada, han incrementado sustancialmente las cuotas de inscripción y de trámites.

También mencionaron su preocupación por la renuncia masiva que está dando en el área de la salud, en donde más de 30 profesores médicos especialistas con ejercicio en su profesión, han solicitado su jubilación, pre jubilación o permisos sin goce de sueldo como reacción a las medidas impuestas unilateralmente por la administración. Esto sin considerar la particularidad de cada área formativa, de cada perfil del puesto y recurso humano, dejando en la indefensión educativa a cientos de estudiantes de esa unidad académica y separándolos de la realidad práctica de su carrera y de los campos clínicos.

Los trabajadores, docentes y estudiantes mencionaron que en la universidad sigue permeando de manera sentida y preocupante la exclusión educativa de los grupos minorías (personas con discapacidad; pueblos originarios; etc.).  Y a esto se suma, que aún con el protocolo de violencia de género, el acoso y hostigamiento (de diferente índole) se sigue dando en la universidad hacia las estudiantes, trabajadoras y docentes.

Las docentes y trabajadores universitarias abordaron además el tema de maternidad, indicando que es fundamental, que las compañeras madres, en cualquiera de los sectores, deben contar con todas las facilidades para su buen desempeño, ya que no solo se ha lastimado el derecho de la mujer a la incorporación al trabajo, a la educación, toda vez que se quitaron las condiciones propicias en la universidad para el cuidado de los hijos (cuando se retiraron el apoyo a guarderías al hacer el cambio irregular en la modalidad del IMSS). Se enfatizo que las estrategias para subsanar la actual crisis financiera de la universidad, NO debe ser excusa para cercenar los derechos de las mujeres universitarias.

Fue por todo lo anterior expuesto, que los asistentes y participantes en la Asamblea de Universitarios y Universitarias, consideraron que es necesaria la reorientación política, educativa y laboral al interior de la institución, guiada por un enfoque social y centrado en las personas que la habitan, a fin de prevenir la única crisis faltante, la académica.

Para concluir, exigieron diálogo abierto con la titular para que juntos docentes, administrativos, estudiantes y la administración central, encuentren la mejor ruta de solución estructural para el complejo atolladero de la institución.

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