NOTICIAS DE AGUAMILPA*


ESFUERZO POR LA ENERGÍA NACIONAL.

QUINTA DE SEIS

POR FIN LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA AGUAMILPA.

Al concluir la obra, Aguamilpa sobresalía por su cortina de 187 metros de altura, considerada en este aspecto como la mayor a nivel mundial entre las presas de enrocamiento con pantalla de concreto en su paramento (cara) aguas arriba, una longitud de corona (anchura en la parte más alta de la estructura) de 642 metros. Entra en operación en 1994, con 960 Mw de capacidad instalada con lo que ocupó en su momento el cuarto lugar entre las hidroeléctricas del país después Chicoasen, Malpaso e Infiernillo.

Sus números aproximados son de un embalse de 110 km2, con un volumen de almacenamiento de 5 mil 540 Mm3 (millones de metros cúbicos) y capacidad útil de 2 mil 629 Mm3, un gasto medio anual de 220 m3 por segundo y provee de riego a 120 mil hectáreas, y se ha mencionado que tiene la posibilidad de estabilizar sesenta mil hectáreas de ciénagas y aguas estuarinas con un presumible mejor aprovechamiento de las lagunas litorales en la desembocadura del río Santiago. Alrededor de 19 poblados que abarcaban setenta mil hectáreas, controlados ahora por la presa, se encontraban en la parte más baja del río y siempre sufrían inundaciones.

En enero de 1992, poco antes de la inauguración de la hidroeléctrica pero con la cortina y el embalse ya en funciones, una sorpresiva crecida de agua de 10 mil 800 m3 por segundo de caudal punta (máximo) de corta duración ocasionada por el fenómeno meteorológico de “El Niño”, pudo regularse controladamente sin daños. Lo que garantiza un manejo confiable y seguro de su operación, es la red de estaciones hidroclimáticas con que se cuenta en los estados de Nayarit, Jalisco, Zacatecas y Durango, que proporcionan la información hidrométrica y del clima en tiempo real, con lo que se pueden anticipar por doce horas las avenidas extraordinarias hacia la presa.
El agua que sale de Aguamilpa es comparativamente de mejor calidad ya que puede utilizarse en la agricultura, producción piscícola, pesca deportiva, e incluso pudiera aprovecharse, mediante el tratamiento con los métodos convencionales, para el abastecimiento de agua potable para la población.

A diferencia de la presa de Santa Rosa, la cual, por su cercanía con los centros urbanos, Guadalajara por mencionar solo al más grande, cuyas aguas negras o residuales sin tratamiento, tienen como vehículo de descarga el río Santiago, remitiendo aguas abajo al embalse de Santa Rosa, manteniendo una calidad de agua totalmente inapropiada para cualquier uso que no sea la generación eléctrica. En el año 2012 se reportaba que más del 60% de su capacidad de almacenamiento estaba azolvada (es la hidroeléctrica que en 1964 se convirtió en la principal abastecedora de la electricidad que se consumía en Nayarit).

Como sabemos nuestra Central Hidroeléctrica entró en funcionamiento en el año trágico de 1994, con capacidad de 960 Mw. Inició en el final del sexenio salinista en medio de una economía en crisis “prendida con alfileres”, de un gobierno que se empeño en las tesis de política económica dictadas desde los organismos financieros internacionales. Un régimen de gobierno neoliberal que se afanó en las privatizaciones de las inversiones estatales estratégicas, sobre todo en lo que corresponde a la energía, que deja la herencia de una intrincada corrupción en los altos niveles.

El entrante gobierno zedillista no realizó ninguna inversión de importancia en lo que se refiere a la industria eléctrica, pero sí, siguió con el mismo afán de entrega de las instituciones del estado a particulares nacionales y extranjeros, sin ninguna medida que permitiera combatir la escandalosa corrupción, que le daba al traste a nuestra economía sexenio tras sexenio.

Por el contrario se encargó de implementar el llamado Fondo Bancario de Protección al Ahorro, FOBAPROA, para rescatar a instituciones financieras quebradas, por incompetencia y corrupción, como bancos, fondos de inversión, etc., con recursos del tesoro nacional que luego convirtió en deuda pública, es decir deuda de todos los mexicanos. Quitó los alfileres solo para dar rienda suelta al neoliberalismo.

*Basado en el libro “La industria eléctrica en Nayarit”

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