Por: Héctor Severiano Ocegueda
Este domingo 18 de febrero de 2024 tuvo lugar la MARCHA por la RESTAURACIÓN, cuyos organizadores calificaron de “Marcha por la Democracia”. Fue la cita del CONSERVADURISMO en sus diversos matices. Consignas y retórica concentraron la FURIA y el RENCOR contra el gobierno que dirige el presidente Andrés Manuel LÓPEZ OBRADOR al que en primer lugar NO perdonan haber CANCELADO jugosos NEGOCIOS, como los promovidos por el ORADOR principal del evento en el zócalo de Ciudad de México Lorenzo CÓRDOVA, presentado como representante INMACULADO de la DEMOCRACIA. El INMACULADO demostró en su estancia como dirigente del INE que la democracia, como él y sus promotores la conciben NO riñe con el GASTO MULTIMILLONARIO según documentado reportaje de la revista CONTRALÍNEA, (20 de enero de 2024): “Información del propio INE revela que en el periodo de Lorenzo Córdova, tres organizaciones internacionales obtuvieron más de 55 millones de pesos para legitimar los comicios: el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional). En el primer caso, los recursos para el Instituto Interamericano de Derechos Humanos fluyeron en los comicios de 2015, por 11 millones 500 mil pesos; en 2018, por 8 millones de pesos; y en 2020, por 20 millones de pesos. En total, este organismo internacional obtuvo del erario mexicano 39 millones 500 mil pesos. De acuerdo con su propia información, esta institución extranjera se creó en 1980 por un convenio entre la Corte Interamericana de Derechos Humanos –vinculada a la Organización de Estados Americanos– y la República de Costa Rica. El IIDH se describe a sí mismo como “una entidad internacional autónoma, académica, dedicada a la enseñanza, investigación y promoción de los derechos humanos”.
No obstante, como señalé al inicio, más allá de la AFICIÓN por el DINERO, con la OEA metiendo la CUCHARA, la MARCHA por la RESTAURACIÓN mostró una RETÓRICA según la cual los MILLONES de mexicanos que apoyamos las medidas del gobierno mexicano actual, NO somos CIUDADANOS, ni formamos parte de la SOCIEDAD, puesto que “CIUDADANÍA” y “SOCIEDAD” son ELLOS, los OPOSITORES y nosotros quién sabe a qué categoría social pertenezcamos. Un discurso VIEJO dirigido a DESACREDITAR el enorme apoyo social expresado al presidente de México, ensayado en otros confines latinoamericanos contra los gobiernos PROGRESISTAS por las organizaciones de una “sociedad civil” financiada por grandes EMPRESAS y la Embajada de Estados Unidos.
Los APURADOS “defensores de la democracia” forman una MURALLA contra la posibilidad que el INE se transforme en Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) porque NO conciben una NUEVA INSTITUCIONALIDAD, fundada en la COMPLEMENTARIEDAD de las democracias REPRESENTATIVA y PARTICIPATIVA. En el fondo se trata del DESPRECIO contra la posibilidad de que el PUEBLO de México pase de elegir REPRESENTANTES a TOMAR DECISIONES directamente, SIN INTERMEDIARIOS. No es asunto menor, es el CENTRO de un DEBATE nacional con profundas implicaciones sociales y políticas.
Por la VIRULENCIA discursiva en la que asomaron hasta los consabidos resabios ANTICOMUNISTAS, continúan las pruebas de que, efectivamente, a medida que el calendario electoral apure las fechas, irá asomándose el propósito de IMPEDIR a como dé lugar OTRO SEXENIO como el actual, REPUDIADO por quienes están lejos de resignarse a PERDER definitivamente.