LA CFE Y LA ELECTRIFICACIÓN EN NAYARIT

  • CUARTA DE OCHO
  • LA NACIONALIZACIÓN

Con la creación del Sector Eléctrico nacional y el impulso que se le da en el Sexenio Cardenista, las cifras denotaban en efecto una mayor intervención del Estado Mexicano en el proceso de producción del sector. Cuando el control extranjero era absoluto, las disponibilidades eléctricas se mantuvieron limitadas, no correspondían oportunamente al incremento de la demanda eléctrica, dedicándose solo a la sobreexplotación de sus concesiones exclusivas; en más de medio siglo instalaron una capacidad eléctrica insuficiente. La CFE había logrado avances considerables en sus 25 años de existencia, sin embargo, vistas las cosas desde el lado de la distribución y el consumo su presencia se ve disminuida, en 1959, las empresas extranjeras aparte de generar todavía el 57% de la producción total, absorbían y revendían la producida por la CFE. Ante esta situación se empieza a plantear una política que deje clara la búsqueda del control absoluto de este importante sector energético.

Para ello, en septiembre de 1960 el Presidente Adolfo López Mateos decreta la nacionalización y se aprueba un proyecto de reforma al artículo 27 constitucional, adicionándole lo siguiente: “Corresponde exclusivamente a la nación, generar, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgaran concesiones a los particulares, y la nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requiera para dichos fines”. Después vino la premonición del presidente de las intenciones retrogradas de algunos, momento que ahora enfrentamos.
Esta fue la base legal que le da sentido a las adquisiciones, que el Gobierno Federal ya había iniciado desde abril de 1960 con la compra del consorcio American Foreigh, que surtía del fluido a doce Estados del Centro del País (Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Puebla, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Morelos, Zacatecas y México). Las empresas de este consorcio se organizaron dentro de la CFE en seis divisiones: Norte, Nacional, Centro, Sureste, Mérida y Tampico. Para su adquisición se requirió de aproximadamente setenta millones de dólares, pero debido a los pasivos de la empresa la cifra llegó a 104 millones de dólares, que deberían cubrirse en un plazo de 15 años. Como efecto compensatorio, se ofreció a la empresa nuevas facilidades para invertir en otros campos de la economía.

En lo que corresponde a la circunscripción del estado de Nayarit el proceso de la nacionalización no representó mayor problema, la única empresa particular que operaba perteneciente a la casa Aguirre, la había comprado desde 1954 la CFE anexándola a su ya existente División Occidente con sede en Tepic Nayarit,

En septiembre de 1960 el Estado adquirió noventa por ciento de las acciones de Mexican Light and Power Co., mediante el pago de 52 millones de dólares; el restante diez por ciento de las acciones quedó en manos de los antiguos dueños. Su denominación cambia a partir de esta fecha a la de Compañía de Luz y Fuerza Motriz y funcionó como empresa paraestatal conservando la misma forma administrativa y posteriormente a Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLFC)*

*CFE, Evolución del Sector Eléctrico en México

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