Por: Héctor Severiano Ocegueda
El conflicto que mantiene alto nivel de TENSIÓN en 7 entidades del país, confrontadas ahora con el gobierno federal reviste el carácter de ALERTA en virtud de sus implicaciones tanto sociales, como políticas. Los agricultores en PROTESTA, que han tomado, además de vialidades, el Aeropuerto Internacional de Culiacán, en Sinaloa, así como instalaciones gubernamentales en Sonora, demanda la mayor atención, en virtud del momento nacional en el cual estalla. Los agricultores exigen PRECIOS de GARANTÍA de 7 mil pesos por tonelada para el maíz, 8 mil pesos para el trigo y 6 mil 500 al sorgo, por parejo para TODOS los productores, incluidos los GRANDES, lo que choca con la política gubernamental de NO SUBSIDIAR la agricultura de los productores más POTENTADOS. El CAMPO mexicano arrastra DÉCADAS de ABANDONO derivadas de una herencia de alta DEPENDENCIA del extranjero, palpables en una de las demandas del movimiento: “SAQUEN el trigo y el maíz de la Bolsa de Chicago”. Para mayor acercamiento a la COMPLEJIDAD del problema, el gobernador de Sinaloa Rubén ROCHA Moya, convocó a los agricultores a enfocar su protesta y tomar las instalaciones de las grandes empresas MINSA, GRUMA y la trasnacional CARGILL.
En septiembre de 2012, la revista Contralínea dedicó un reportaje a la producción de ALIMENTOS en México en el cual se lee: “Reportes oficiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Banco de México revelan que entre las empresas que tienen en sus manos al agro mexicano se encuentran Monsanto, Cargill, Gamesa, Bimbo, Bayer, PHI México, Dow Agroscience, Syngenta Agro y Bunge, entre otras. En tanto que el principal proveedor de alimentos para este país es Estados Unidos. El incremento en las importaciones de alimentos básicos, la privatización de las semillas y la comercialización de granos en manos de trasnacionales provocan que la soberanía alimentaria de México se vea minada año tras año. Detrás de estos factores se encuentran compañías multinacionales que hacen del mercado mexicano un negocio rentable.” En medio de la TORMENTA desatada por la protesta es importante DIFERENCIAR entre pequeños productores y los TIBURONES de la BURGUESÍA AGRARIA organizados en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que a río revuelto aprovecha las circunstancias producto de la extrema DEPENDENCIA del MERCADO INTERNACIONAL y está pasando FACTURA.
También es momento para plantear un IMPULSO vigoroso a la construcción de una ALTERNATIVA organizativa para los CAMPESINOS mexicanos, cuyo germen ya se manifestó en la Convención Nacional Agrarista que en abril de 2023 reunió a representantes de MILES de comisariados ejidales y comunales en Ciudad de México y “expresó su apoyo a las iniciativas sobre minería, el control del glifosato y transgénicos, pero también manifestó la demanda de políticas públicas para alcanzar la reactivación económica del campo y se realicen reformas a la Ley Agraria que surjan desde abajo, que atajen el despojo del que ha sido objeto el ejido y la comunidad».
El DESAFÍO lanzado por la poderosa protesta, expresión notoria de la LUCHA de CLASES, demanda RESPUESTAS y rápidamente.