Por: Héctor Severiano Ocegueda
Cada día de los que ahora vivimos es INTENSO en virtud de la CASCADA de acontecimientos que se desatan y hablan de la FASCINANTE época de TRANSFORMACIONES que el mundo de inicios de este siglo XXI es partícipe. Aunque no lo parezca, DEBATIMOS constantemente sobre MÉTODOS, FORMAS y CONTENIDOS que podrían conducir la LUCHA hacia la JUSTICIA SOCIAL. Esos temas NUNCA han sido fáciles y sólo basta asomarse un poco a los TORBELLINOS generados por las REVOLUCIONES y los movimientos que a lo largo de los tiempos han CAMBIADO la HISTORIA para constatarlo. Ahora mismo en México, luego de la VICTORIA de 2018, el AGUA se mueve con FUERZA. En el CENTRO se coloca la vida ELECTORAL, pero es EQUÍVOCO suponer que la LUCHA transformadora solamente transita por ese carril. De manera alguna. La LUCHA de CLASES se expresa en las formas TRADICIONALES, pero además lo hace de maneras INUSITADAS y SORPRESIVAS. El presidente AMLO asegura, desde su TRINCHERA matutina que la TRANSFORMACIÓN continuará aún después de su RETIRO de la vida política y tiene razón por DOS RAZONES, porque una transformación es OBRA COLECTIVA de los PUEBLOS y porque es IMPOSIBLE detener o intentar poner LÍMITES a un proceso que será DESBORDANTE desde la LUCHA POPULAR, desde el surgimiento de un SINDICALISMO INDEPENDIENTE del que obreros y obreras de la industria MAQUILADORA de Matamoros, en la convulsa Tamaulipas, señalan senderos para CONSTRUIR una ALTERNATIVA al CHARRISMO y sus variantes “RENOVADAS”. La Cuarta Transformación CONTINUARÁ y en mayor PROFUNDIDAD en su siguiente etapa siguiendo el cauce de la MOVILIZACIÓN SOCIAL que podría caminar o NO, junto al CALENDARIO ELECTORAL. La TAREA más importante, la que establecerá la DIFERENCIA entre un REACOMODO político que permitiría que los MISMOS se ADAPTEN y ACOMODEN y una verdadera TRANSFORMACIÓN de alcances profundos residiendo centralmente en el IMPULSO que la LUCHA POPULAR, CAMPESINA, OBRERA y de los sectores más COMBATIVOS del PUEBLO le sepan imprimir. Algunos a eso le llaman “RADICALISMO”, intentando DESACREDITAR un movimiento que, en efecto debe cada vez más ORIENTARSE hacia las RAÍCES, hacia las CAUSAS que hicieron posible que una PEQUEÑA proporción de familias e individuos OSTENTEN la mayor parte de la RIQUEZA social.
No hablamos de ENSOÑACIONES, sino de REALIDADES. Por supuesto que PROFUNDIZAR la TRANSFORMACIÓN pasa por un gran esfuerzo de ORGANIZACIÓN y FORMACIÓN POLÍTICA. Ambas acciones son necesarias y COMPLEMENTARIAS e incluyen educar en la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA y la DIRECCIÓN COLECTIVA, como métodos de la RUTA hacia un NUEVO SISTEMA POLÍTICO. Es condición primera para lo anterior, DERROTAR la DISPERSIÓN de los MOVIMIENTOS sociales conformando COORDINACIONES, FRENTES y ASAMBLEAS.
Si desde los MOVIMIENTOS POPULARES no se empuja la TRANSFORMACIÓN, esta podría terminar en un VULGAR REACOMODO rebosante de OPORTUNISMO, que haría NAUFRAGAR un magnífico esfuerzo, convirtiendo una gran ESPERANZA en una OBSCENA comedia. Digamos con Antonio GRAMSCI: “El presente momento histórico es de una gravedad indecible, sus consecuencias pueden ser gravísimas, hagamos de tal modo que se resuelva el mayor número posible de las cuestiones dejadas irresueltas por el pasado y que la humanidad pueda volver a emprender su camino.”