Por: Héctor Severiano Ocegueda
La REFORMA al Poder Judicial planteada por el gobierno de México toca espacios sensibles profundamente relacionados con la concepción del DERECHO como instrumento de CLASE.
El DERECHO y la INSTITUCIONALIDAD en general del Estado es un espacio en DISPUTA permanente en tanto expresa la TENSIÓN de la LUCHA de CLASES. Es sabido que el DERECHO manifiesta la VOLUNTAD de la CLASE DOMINANTE, pero es cierto también que soporta el CHOQUE de intereses de las diversas clases sociales. Un ejemplo nacional es la legislación surgida de la Revolución Mexicana, plasmado en el articulado de los DERECHOS SOCIALES de la Constitución General de la República emanada del Congreso Constituyente de Querétaro, especialmente los artículos 3º, 27 y 123. Si bien es cierto que la Revolución NUNCA estuvo bajo la dirección de los campesinos pobres y los trabajadores, sino de FRACCIONES de la BURGUESÍA, lo que le impuso su carácter democrático-burgués, estas fracciones, especialmente el Grupo Sonora con Obregón, Calles y el resto, tuvieron que aceptar aspectos de la LEGISLACIÓN con claro sentido SOCIAL, que durante el PORFIRIATO eran simplemente IMPOSIBLES y formaron parte de un PACTO SOCIAL que tuvo un papel LEGITIMADOR con el cual la BURGUESÍA gobernó durante un periodo, hasta que el viraje CONSERVADOR DERECHISTA de finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo XX resultado de la DERROTA de la Unión Soviética y Europa socialista, impuso el NEOLIBERALISMO que para América Latina comenzó en 1973 de manera SANGRIENTA y BRUTAL con el Golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular y la muerte de Salvador ALLENDE en Chile.
La REFORMA JUDICIAL propuesta por el presidente AMLO formulada como CONSULTA en sus propias palabras “Ya se aprobaron los foros de consulta y eso es importante, que todo mundo opine, que nadie se sienta excluido porque no es una reforma para limitar derechos, para quitar libertades”, contiene DOS elementos que IRRITAN a los grupos económicos y políticos OPOSITORES: Pega directamente en el PODER que se supone CENTRAL en un eventual proceso GOLPISTA como ha sucedido en otras naciones de América del Sur planteando una sacudida al papel de GARANTE de intereses del Gran Capital y de grupos política y económicamente poderosos del país, representado en el Poder Judicial, además introduce la ELECCIÓN POPULAR, que es un elemento que ROMPE
la TRADICIÓN AUTORITARIA y VERTICAL del Poder Judicial. Sobre la CORRUPCIÓN en este poder Miguel CARBONELL realizó un estudio a principios de siglo del cual extraigo esta sugerente cita: “Hay algunos estudios y documentos internacionales acerca de la corrupción judicial en México. Uno particularmente importante es el informe rendido por el relator especial de la ONU sobre independencia de los magistrados y abogados, a partir de una visita de campo al país realizada entre el 13 y el 23 de mayo de 2001.10 En su informe, el relator especial sostuvo, por ejemplo, que —de acuerdo con las impresión de las personas con las que sostuvo entrevistas— entre el 50 y el 70% de los jueces federales eran corruptos (párrafo 63). Esta afirmación causó un gran malestar entre los jueces mexicanos, al grado que desde la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación se impulsó la publicación de un libro para desmentirlo.” (CORRUPCIÓN JUDICIAL E IMPUNIDAD: EL CASO DE MÉXICO. Instituto de Investigaciones Jurídicas. UNAM)
Por lo demás, de la proverbial CORRUPCIÓN del Poder Judicial, habla la TERRIBLE experiencia del pueblo de México y de quien o quienes han CAÍDO en las GARRAS de este aparato tan dispuesto a mostrar la GRACIA a quienes pueden PAGAR logrando cubrirse con el manto de la IMPUNIDAD y el INFUYENTISMO y la TRAGEDIA para quienes NO lo pueden hacer.
Transitamos por un momento ESTELAR de la vida de México, como lo ha señalado el presidente AMLO, estamos en la OPORTUNIDAD de participar en este proceso COMPLEJO, expresión, como lo señalé al inicio, de un episodio de la LUCHA de CLASES en México y el mundo.