FORTALECER DEMOCRACIA PARTICIPATIVAIMPERATIVO URGENTE

Por: Héctor Severiano Ocegueda

Los TROPIEZOS evidentes de un proceso electoral claramente influido por el Viejo Sistema Político PRIISTA, con toda clase de SORPRESAS, exige de MILES de hombres y mujeres simpatizantes del gran movimiento OBRADORISTA la decisión de impulsar con mayor fuerza la DEMOCRACIA DIRECTA y PARTICIPATIVA. Los partidos políticos, organismos que IDEALMENTE representan PRINCIPIOS y PROGRAMAS expresados en documentos básicos, se revelan en realidad como entidades PRIVADAS en manos de sus ALTAS BUROCRACIAS, personajes y grupos erigidos en PROPIETARIOS, que COMERCIAN a discreción decidiendo desde Ciudad de México, al margen de su propia legalidad que es VIOLENTADA con todo DESPARPAJO según conveniencias particulares. A contrapelo de DISCURSOS y TEXTOS, burócratas y poderosos económicamente se BURLAN del PUEBLO, el cual sirve casi exclusivamente para poner VOTOS en urnas para legitimar a “representantes” que NO representan al PUEBLO sino a sí mismos y a quienes en su caso les deben “el FAVOR” y FINANCIAN sus campañas. En OPOSICIÓN a esta NEFASTA tradición groseramente ANTIDEMOCRÁTICA se erige la DEMOCRACIA DIRECTA y PARTICIPATIVA que en estos seis años ha tenido momentos ESTELARES en la forma de CONSULTAS POPULARES y REVOCACIÓN de MANDATO, según palabras del presidente AMLO y en clara alusión al Artículo 39 constitucional según el cual TODO PODER dimana del PUEBLO y se instituye para su beneficio.

Dignificar la política como ejercicio de dirección social pasa en este momento histórico por CUESTIONAR la figura de partidos políticos tal como se presentan ahora, para RECUPERARLOS como expresiones ORGANIZADAS genuinamente representativas, pero también pasa por AMPLIAR y FORTALECER la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA en tanto posibilidad de que el PUEBLO participe NO solamente en elecciones sino en la TOMA de DECISIONES en asuntos fundamentales de la AGENDA gubernamental. Si como tan insistentemente declara el presidente AMLO, “el pueblo PONE y el pueblo QUITA”, ya es hora de concretarlo en acciones que transiten por esa vía en la forma de CONSULTA, REVOCACIÓN DE MANDATO, PLEBISCITO, REFERÉNDUM y ASAMBLEA.

El PUEBLO organizado tiene ahora a la mano la promoción de una DEMOCRACIA DIRECTA que no dependa de las decisiones CAPRICHOSAS de BURÓCRATAS y MAGNATES que deciden a discreción, según sus propios INTERESES, los asuntos de la AGENDA pública como si se tratara de NEGOCIOS PRIVADOS.

No habrá avance en la construcción del llamado “segundo piso” de la Cuarta Transformación permaneciendo en la VIEJA INSTITUCIONALIDAD, LEGALIDAD, usos y costumbres heredados de una tradición PRIISTA AUTORITARIA, centralista y vertical que hace recaer las decisiones en POCAS MANOS.

Una democracia ejercida sólo por representantes que se comportan CAPRICHOSAMENTE de acuerdo a sus PARTICULARES intereses NO puede ser el eje de un Nuevo Sistema Político que RECLAMA el mundo del siglo XXI en México. Como lo he expresado, el siglo XXI NO debe repetir la TRAGEDIA del siglo XX. Si desde las ALTAS BUROCRACIAS de los partidos se empeñan en suponer que las VIEJAS REGLAS políticas son aplicables a una NJEVA REALIDAD, allá ellos, pero lo que el horizonte del siglo que comienza exige es una NUEVA DEMOCRACIA basada en la COMPLEMENTARIEDAD de ambas democracias, la REPRESENTATIVA y la PARTICIPATIVA, con un PUEBLO tomando las decisiones fundamentales de gobierno.

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