Por: Héctor Severiano Ocegueda
El acto de TRANSMISIÓN de MANDO del proceso transformador que tuvo lugar el jueves 7 de septiembre de 2023, mediante el cual el presidente Andrés Manuel LÓPEZ OBRADOR, entrega a Claudia SHEINBAUM el simbólico BASTÓN, reviste importancia central. Se trató de un evento protocolario con un significado fundamental: El inicio de la NUEVA ETAPA de la Cuarta Transformación de la vida de México. Establecida una periodización sexenal, el fin del gobierno electo durante la histórica jornada de 2018, culmina con una PRIMERA ETAPA, la siguiente, estará cargada de seguimiento de la anterior, pero de una AGENDA NUEVA, proveniente de los pendientes y necesidades. En el horizonte aparecen al menos tres desafíos, tres REFORMAS urgentes: JUDICIAL, FISCAL-HACENDARIA y ELECTORAL, mismas que, por necesidad, deberán orientarse en función del propósito estratégico de PROFUNDIZAR el proceso de orientación DEMOCRÁTICO-POPULAR del gobierno de México. Sin ATROPELLAR la marcha gubernamental Claudia SHEINBAUM tiene frente a sí TAREAS formidables, las cuales, por supuesto NO serán posibles sin la consolidación del MOVIMIENTO SOCIAL, en el entendido que NINGUNA transformación será sin el esfuerzo ORGANIZADO y CONSCIENTE del PUEBLO, en particular de sus sectores más EDUCADOS y COMBATIVOS. La etapa que comienza es dialéctica, CONTRADICTORIA, en tanto es de CONTINUIDAD y al mismo tiempo de RUPTURA. De continuidad, porque no cabe duda que debe asegurar los logros del sexenio que termina y de ruptura porque caminar por la PROFUNDIZACIÓN del proceso transformador implica en primer lugar ROMPER viejas estructuras políticas, ELIMINAR los riesgos de la INFILTRACIÓN de la VIEJA POLÍTICA, la que, como es del conocimiento general se ha mostrado muy eficiente en su cometido de TORCER el proceso transformador a través de la SIMULACIÓN facilitada por el extremo PRAGMATISMO político y el OPORTUNISMO. En el territorio LOCAL, es decir, de los gobiernos ESTATALES y MUNICIPALES, en términos generales la tarea transformadora está PENDIENTE, y son intensas las prácticas OPORTUNISTAS presentes, por lo demás, en todos los momentos definitorios de la HISTORIA. Hablamos de ruptura, porque en esta NUEVA ETAPA deberá someterse al ESCRUTINIO PÚBLICO más que nunca el comportamiento de REPRESENTANTES POPULARES y servidores públicos como proceso que garantice definitivamente que tras la TRANSFORMACIÓN, no vendrá, para desgracia de México, la RESTAURACIÓN del Viejo Sistema Político. En esta nueva etapa los sectores del PUEBLO comprometidos con la transformación deberán actuar con FIRMEZA, misma que sólo puede surgir de un PUEBLO EDUCADO políticamente y FORMADO ideológicamente.
En la NUEVA ETAPA, al influjo de la REFORMA ELECTORAL, ha de quedar establecida institucionalmente la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA: Asamblea, consulta popular, revocación de mandato y otras formas DIRECTAS de la democracia que convierten a los de ABAJO, en activos PROTAGONISTAS del proceso transformador y colocan un CONTRAPESO a los grandes defectos de la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, deberán hacer TRADICIÓN.
A pesar de los PRURITOS que el tema despierta, en la nueva etapa de la Cuarta Transformación cada vez deberá quedar más claro que pese a los palpables éxitos en programas sociales que impactaron notablemente la DISTRIBUCIÓN del INGRESO y deberán continuar, la naturaleza EXPLOTADORA e INJUSTA del CAPITALISMO están presentes y este sistema social es a todas luces DECADENTE al grado de haber puesto a la HUMANIDAD al borde de su EXTINCIÓN. Por más incómodo que sea, no se puede continuar OCULTANDO la REALIDAD: El capitalismo atraviesa ahora por una CRISIS que rebasa el espacio económico-financiero y deviene CRISIS CIVILIZATORIA que alcanza pone en RIESGO la existencia misma de la especie humana vía DESASTRE ECOLÓGICO.
Estamos en el UMBRAL de un nuevo episodio del COMBATE de las IDEAS y la MOVILIZACIÓN social como instrumentos de TRANSFORMACIÓN verdadera. En Unidad de las Izquierdas nos preparamos para esta gran jornada.