Muy temprano, la mañana de ayer domingo te reportaron a las autoridades un tambo que se encontraba a orilla de la carretera rumbo a Mazatlán a escasos minutos de la ciudad de Tepic. Pero no era un tambo común y corriente, ya que, se asomaba una cabeza humana.
Los uniformados hicieron acto de presencia solo para confirmar que efectivamente ahí estaba un cuerpo descuartizado dentro del tambo.
Minutos después el crimen del entambado era tema de conversación, principalmente entre los tepicenses y poblados aledaños. Se decía que era un asesinato de la mafia, por la forma en que terminaron con su vida del masculino.
Luego, horas después de las investigaciones policiacas se dio a conocer que el cuerpo era de quien en vida llevaba el nombre de José Dagoberto Flores Ahumada, quien un día antes por la noche había sido «levantado» por un grupo criminal en la Colonia Prieto Crispín de la capital nayarita.
La gente coincide en mostrar fuerte preocupación por este cobarde y macabro crimen y temen que se vuelva a las épocas cuando Nayarit era tierra en donde los narcos la convirtieron en tierra sin ley.
