CAMPAÑA ELECTORAL 2024. LAS NECIAS ENCUESTAS

El proceso electoral 2024 y las campañas por la presidencia de la república, en la primera mitad del mes de abril, ya con los efectos de un acartonado debate, se encuentran a la mitad del camino, antes del 2 de junio día de la elección, desde luego sin contar las llamadas precampañas con las que de hecho se marcó el inicio.

Lo que hemos visto hasta aquí ha estado dentro de la lógica prevista tomando en cuenta la calidad personal y política de las candidatas, quienes obviamente son y han sido monitoreadas como con lupa por propios y extraños; del que casi nada se sabía es del candidato, así, todo lo que se diga de él es y seguirá siendo una presentación en sociedad.

Vimos de inicio en la coalición Morena, Partido del Trabajo, Partido Verde, la selección mediante encuestas dándole el triunfo a Claudia Sheinbaum Pardo, con las controversias y suspicacias originadas por la novedad del método y excesos de algunos aspirantes dirimidos por las evidencias y seguramente por acuerdos que solamente se intuyen.

Por parte de la coalición opositora PRI-PAN-PRD lo que mostraron, y observamos de entrada, fue el anunció de una apertura política en la que se convoca a todos los aspirantes a manifestarse libremente. La apertura solo fue un simulacro, los participantes lo sabían, pero también sabían que tenían que hacerse presentes, mostrarse y luego negociar. Lo cierto fue que estaba todo amarrado, tenían decidido desde el principio que fuera Xóchitl haciendo declinar a todos los demás suspirantes.

Se diseñó una estrategia que nada tiene que ver con la democracia, el objetivo es recuperar la presidencia de la república, el poder y los negocios a su amparo. Se habla de oscuros oligarcas con Claudio X como líder visible, quienes más que empresarios son tradicionales traficantes de influencias, en complicidad con personajes que han tenido poder público.

Gracias a estas artes y el tiempo en que las han practicado, son parte de una especie de cofradía, guardando cierto parecido a los llamados “magnates ladrones”, adjetivo acuñado en Estados Unidos de Norteamérica en el siglo XIX, dirigido a algunos personajes que acumularon capital y poder mediante estafas dentro del sistema financiero y otros ámbitos de la economía de ese país. Personajes que afortunadamente no son la generalidad pero, “son todavía parte reconocible del mundo de los negocios”.*

Estrategia cuando menos validada por algunos intelectuales, hoy reconocidos sin mascaras como conservadores, y por increíble que parezca han guardado silencio ante las campañas sucias, de chismes, montajes, y mentiras utilizando los modernos “bots” cibernéticos que se reproducen por millones para atacar mediáticamente la dignidad de las personas.

Ahora mismo está en curso una nueva acometida a través del poder judicial, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, involucrándose de plano en el proceso electoral a favor de la oposición, enredándose en una acusación contra el anterior presidente del poder judicial, hoy asesor de la candidata Sheinbaum, a partir de una “denuncia anónima” sin hacer caso de los principios jurídicos que norman el debido proceso, sin mostrar prueba alguna, ni respetar la presunción de inocencia, que deberían de vigilar con celo pero que solo se usa según les convenga.

La campaña de Claudia Sheinbaum centrada simplemente en la continuidad de la “cuarta transformación”, se desenvuelve, como indican las encuestas, visiblemente con amplia ventaja. Después de cada embate con guerra sucia del bloque opositor, los efectos han sido de boomerang, parece que hay algo de lo que no se han dado cuenta ni líderes de partidos, ni magnates, ni intelectuales y las encuestas son necias.

*(Eric Hobsbawm, La era del Capital, 2011, p. 153)

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