Por: Héctor Severiano Ocegueda
Este lunes 7 de agosto de 2023, en su tradicional Conferencia Mañanera el presidente AMLO fue CUESTIONADO por un periodista asistente acerca de un tema muy importante, la pregunta fue directa: ¿Por qué MEDIOS PÚBLICOS están en manos de ADVERSARIOS de la Cuarta Transformación? El periodista demostró su dicho con ejemplos del CONTROL ejercido por DETRACTORES en Canal 14, Canal 22 y Canal 11 de televisión, espacios donde se realiza labor de ZAPA contra el proceso transformador. El presidente argumentó en la vía de la LIBERTAD de EXPRESIÓN como IRRENUNCIABLE postura de su gobierno y prácticamente JUSTIFICÓ la presencia de estos personajes en los canales PÚBLICOS.
Con la admiración y respeto que el mandatario merece, su respuesta es INSATISFACTORIA vista en la perspectiva de la BATALLA por las IDEAS que tiene lugar en México. En este momento, de AVASALLADORA presión ejercida por CENTENARES de medios televisivos, radiofónicos, en redes sociales y en medios escritos en CONTRA de la transformación impulsada por el gobierno mexicano, dejar en manos de ADVERSARIOS los pocos medios del Estado significa RENUNCIAR a un recurso estratégico de lucha, sobre todo considerando los EFECTOS NEGATIVOS de la CAMPAÑA emprendida contra el gobierno de México por lo que con justa razón se denomina DICTADURA MEDIÁTICA que día y noche SIN DESCANSO sostiene una lucha SIN CUARTEL contra la obra gubernamental. Considerando los antecedentes recientes de la DOMINACIÓN casi ABSOLUTA de la CULTURA neoliberal fervorosamente MERCANTIL y ferozmente ANTICOMUNISTA, operada en buena medida a través de los aparatos EDUCATIVO y MEDIÁTICO, resulta una gravísima OMISIÓN abdicar de los medios públicos como herramienta de la LUCHA IDEOLÓGICA. Es un hecho reconocido que “La batalla que comenzaron a dar los gobiernos progresistas de la región con los medios no fue fácil. Al ver amenazado su status quo, estos últimos emprendieron una férrea resistencia como ocurrió en Venezuela, Ecuador y Argentina. Durante la década de los ́90, en América Latina, se registraron políticas de comunicación guiadas por principios neoliberales y caracterizadas por una fuerte centralización del capital, una parcial desnacionalización de la propiedad y lazos informales entre el Estado y los propietarios de las empresas mediáticas posibilitando el predominio de un modelo comercial y privado (Loreti y Zommer, 2007; Becerra y Mastrini, 2009) Dicha tendencia se combinó con la presencia de importantes oligopolios que dominaron el mercado de las comunicaciones dando paso al surgimiento de grandes grupos mediáticos. Ese crecimiento económico de los medios derivó a la vez en un exponencial crecimiento de poder que convirtió al paradigma mediático en el paradigma dominante (Corredor, 2005). (Del libro: Medios, poder y contrapoder.
De la democratización monopólica a la democratización de la información. Denis De Moraes, Ignacio Ramonet y Pascual Serrano. Editorial Biblos, Buenos Aires, 2013. Comentario de Marina Acosta)
En México, los grupos OLIGOPÓLICOS se llaman TELEVISA, Grupo Imagen, Radio Fórmula, Organización Editorial Mexicana, MVS y otro PUÑO. Como decimos en México, el HORNO no está para BOLLOS, no agreguemos a esta MEZCLA de ADVERSARIOS y DETRACTORES la actitud OMISA gubernamental que en la escala estatal y municipal está de hecho DESAPARECIDA y ha renunciado de manera bastante CONVENENCIERA a la BATALLA de las IDEAS.