Por: Héctor Severiano Ocegueda
Cuando estudiaba la educación primaria se enseñaba en la materia de Español lo que se mostraba como una verdad lingüística: El VERBO es el núcleo de la oración, es decir, su parte más importante. Nunca, que recuerde se cuestionó semejante afirmación, de indudable matriz filosóficamente IDEALISTA. ¿Es posible que una ACCIÓN exista al margen del SUJETO que la realiza? En el sustento metodológico de la materia de HISTORIA, figuraba una mezcla de POSITIVISMO, muy influyente en el terreno educativo a lo largo de casi todo el siglo XX, junto a varios posicionamientos historiográficos que situaban a los GRANDES HOMBRES o PERSONALIDADES en el CENTRO de la explicación de los hechos históricos, a más de una perspectiva evidentemente EUROCÉNTRICA. El OCULTAMIENTO de acontecimientos fundamentales de la lucha de los pueblos y del propio pueblo de México era evidente. Por supuesto que tras esa óptica subyacía un ENFOQUE FILOSÓFICO. Siempre, en todo lugar y momento desde que se tiene noticia de un PROYECTO EDUCATIVO está presente una determinada ORIENTACIÓN IDEOLÓGICA. Los eufóricos DETRACTORES de los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana se rasgan las vestiduras porque en ellos se menciona que en nuestra sociedad coexisten OPRESORES y OPRIMIDOS, como si la LUCHA de CLASES en lugar de REALIDAD fuera una invención ideológica. El maestro argentino Aníbal PONCE, que residió en México, escribió un texto esclarecedor sobre este particular: “Educación y Lucha de Clases”, en sus páginas se puede leer una consideración de Aristóteles, el brillante y celebrado filósofo de la antigua Grecia: “El aprendizaje de la virtud es INCOMPTIBLE con una vida de obrero y de artesano.” En una de sus páginas finales el autor hace un señalamiento inquietante, indudablemente válido hasta nuestros días: “Respetar la `libertad del niño´ dentro de la sociedad burguesa equivale ni más ni menos a decir: renuncio a oponer la más mínima resistencia a las influencias formidables y difusas con que la burguesía lo impregna en su provecho.” Los furibundos ataques enfilados contra nuestros nuevos libros de texto, EVITAN reconocer algo que no por pasar desapercibido es brutalmente cierto: TELEVISA y la RED de estaciones radiofónicas y televisivas actuales, junto a una MARAÑA de empresas productoras de JUGUETES INFANTILES de poderosas empresas trasnacionales (Mattel y las demás) y EDICIONES escritas para destinada a la INFANCIA, así como las “INOCENTES” CARICATURAS de Superman, Batman, Bugs Bunny, Rico Mac Pato, han sido los verdaderos EDUCADORES de las generaciones de buena parte del siglo XX y lo que va del siglo XXI, como a escala cinematográfica lo hicieron los estudios de HOLLYWOOD y ahora NETFLIX. La vida de MILLONES de mexicanos de varias generaciones ha transcurrido entre TELENOVELAS, fútbol comercial, Chavo del 8, Chabelo, programas de CHISMES de artistas y una copiosa producción fílmica y televisiva que EXALTA el culto a la VIOLENCIA y la MUERTE, sin olvidar la abundante producción musical creada para ENALTECER el CRIMEN y el NARCOTRÁFICO. Pero ahí NO se dirigen los POTENTES reflectores de ESPECIALISTAS, LOCUTORES, la Unión Nacional de Padres de Familia y los dirigentes del Partido Acción Nacional, que por algo surgió inspirado en el NAZISMO alemán.