LA NECESARIA UNIDAD

Por: Héctor Severiano Ocegueda

De acuerdo a una abultada experiencia histórica, la UNIDAD es condición de la VICTORIA. La unidad, no significa por supuesto la RENUNCIA a la CRÍTICA, ni el ocultamiento de las DIFERENCIAS, sino la convicción de la NECESIDAD de hacer converger las FUERZAS que han decidido caminar tras un OBJETIVO, en este caso la CONTINUIDAD y PROFUNDIZACIÓN de la Cuarta Transformación de la vida de México. Con respeto pleno por el resto de quienes sostienen otras SIMPATÍAS, a las llamadas “CORCHOLATAS”, me refiero en este caso específico a quienes hemos optado por el apoyo a Claudia SHEINBAUM. En Unidad de las Izquierdas consideramos que la diversidad expresada en la multitud de grupos y personas que hasta ahora realizan esfuerzos por su cuenta, en buena medida AISLADOS unos de otros, debe dejar paso a la mayor brevedad a un esfuerzo COORDINADO y UNITARIO. Este esfuerzo, de manera alguna debe ANULAR, ni intentar utilizar a nadie y basarse en el RESPETO por todas las expresiones de grupo o individuales. Si la UNIDAD es condición de la VICTORIA, esta exige HUMILDAD y convencimiento de que es posible CONCILIAR, si se encuentra el MÉTODO correcto, que pasa siempre por coincidir en el PROPÓSITO superior de la CAUSA motivo de LUCHA, para nosotros, la Cuarta Transformación, a la que debemos un IMPULSO que permita su CONSOLIDACIÓN a través de la ORGANIZACIÓN POPULAR, en congruencia con las palabras, constantemente repetidas por el presidente AMLO: “Sólo el pueblo, puede salvar al pueblo”. Con organización popular podemos hacer realidad las acciones que profundicen la Cuarta Transformación a través de la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA en los términos previstos en el artículo 39 constitucional: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”
Hacer efectiva la letra de este artículo, implica demostrar que somos plenamente capaces de poner las COINCIDENCIAS por encima de las DIFERENCIAS, algo ciertamente difícil, pero NECESARIO, recordando que una estrategia victoriosa se construye con el análisis riguroso de la REALIDAD que permita el diseño del camino de la VICTORIA. Debatir internamente, pero convencidos de que DIFERIR no debe conducir a la RUPTURA, que es exactamente lo que esperan los ADVERSARIOS. Las diferencias son naturales, son la expresión de la DIVERSIDAD de visiones y opiniones, pero en las condiciones actuales, no son más importantes que las coincidencias. La manifestación de las diferencias es la prueba clara de que se trata de un contingente social PENSANTE, activo, no de un montón de BORREGOS; sin embargo, llevar las diferencias al extremo es la muestra más palpable de la INCAPACIDAD para conducir un proceso social a la VICTORIA.
Ya es tiempo que desde una perspectiva de MADUREZ, dejemos atrás aquella frase de que en la IZQUIERDA, “poquitos, pero BIEN DIVIDIDOS”, demostrando que poseemos la capacidad para el ACUERDO, sin renunciar a los propios puntos de vista ni a DISENTIR, que son garantía de conducción CRÍTICA de un proceso.

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