Por: Héctor Severiano Ocegueda
En México, el CAPITALISMO vive un proceso de REACOMODO. Hasta ahora la Cuarta Transformación ha sido eso. No se niegan los grandes ACIERTOS del gobierno de AMLO, que son conocidos: El freno a la CORRUPCIÓN galopante que caracterizó a los gobiernos de la TECNOCRACIA NEOLIBERAL políticamente representados por la triada PRI-PAN-PRD; tampoco los avances en materia de SALUD PÚBLICA con el modelo del IMSS-BIENESTAR marcando pauta hacia la GRATUIDAD y UNIVERSALIZACIÓN de los servicios médicos. Claras las medidas de REDISTRIBUCIÓN del INGRESO a través del aumento histórico al SALARIO MÍNIMO y los PROGRAMAS SOCIALES dirigidos a sectores vulnerables de la población. En materia de SOBERANÍA NACIONAL se dieron pasos para poner distancia ante la INJERENCIA descarada de los organismos de ESPIONAJE del IMPERIALISMO estadounidense a los que suavemente se denomina “comunidad de inteligencia” y, al menos discursivamente, se marcaron límites a la VORACIDAD imperial en materia MILITAR y ECONÓMICA. El Estado recuperó la RECTORÍA en el control de los ENERGÉTICOS a través, principalmente, de una operación de salvamento de la CFE y PEMEX. Con obras mayores de INFRAESTRUCTURA se intenta dejar atrás la ancestral diferencia de crecimiento económico entre el norte y el sur del país. En el marco de un Estado disminuido y carcomido por la CORRUPCIÓN, el gobierno de la Cuarta Transformación recurrió a las FUERZAS ARMADAS, a las cuales se otorgaron facultades no sólo de SEGURIDAD, sino de índole económica, un hecho que la OPOSICIÓN ha calificado de “MILITARIZACIÓN de la vida nacional”. Lo anterior, más otro cúmulo, conforma un estilo de gobierno, que el presidente AMLO identifica como de naturaleza POPULAR y mantiene amplia aceptación social.
Hechos PLAUSIBLES, notables por su AUDACIA, no obstante, suceden en el marco de un sistema CAPITALISTA, que unas veces con rostro “BENEFACTOR” y ESTATISTA y otras de la mano del MERCADO, ha mostrado históricamente una extraordinaria capacidad para REINVENTARSE cada vez que sus propias contradicciones lo han arrastrado a enfrentar CRISIS. Pese a los innegables avances sociales, en México continúan las grandes CONTRADICCIONES económicas y sociales que son connaturales al CAPITALISMO. La riqueza generada por el TRABAJO de millones de mexicanos, ASALARIADOS y NO ASALARIADOS, continúa CONCENTRÁNDOSE en pocas manos, fuente interminable de MARGINACIÓN y POBREZA, como dice el propio presidente AMLO, “a los RICOS no les han ido MAL en la Cuarta Transformación”; el DESPOJO de tierras ejidales y comunales sigue su marcha en amplias regiones del territorio nacional de la mano de grupos PARAMILITARES, que suelen presentarse como “DELINCUENCIA ORGANIZADA” realizando su labor criminal a través del ASESINATO de luchadores sociales, ejecutando actos TERRORISTAS y AMENAZAS que provocan ÉXODOS masivos de personas y comunidades que huyen ABANDONANDO territorios habitualmente de enorme riqueza natural. Menciono nuevamente el caso PENOSO del Ingenio de Puga, empresa agroindustrial situada en el municipio de Tepic, ahora en proceso de DESAPARICIÓN o al menos de ACHICAMIENTO con gobiernos municipal, estatal y federal volteando a otro lado, cuando se ha propuesto constituir una COOPERATIVA u otra forma de organización productiva de carácter social, para perjuicio de MILES de familias obreras y campesinas de 10 municipios de Nayarit.
En un escenario de SUCESIÓN PRESIDENCIAL, es tiempo de tomar nota.