El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó este jueves a Apple, la primera gran iniciativa antimonopolio del gobierno de Joe Biden contra el fabricante del iPhone, alegando que monopoliza los mercados de teléfonos inteligentes.
Apple AAPL.O se une así a una lista de grandes empresas tecnológicas demandadas por los reguladores estadunidenses, entre ellas Google de Alphabet GOOGL.O, Meta Platforms META.O y Amazon.com AMZN.O, a lo largo de los mandatos tanto del ex presidente Donald Trump como de Biden.
«Los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas violan las leyes antimonopolio», dijo el fiscal general Merrick Garland en un comunicado. «Si no se le cuestiona, Apple solo continuará fortaleciendo su monopolio de teléfonos inteligentes».
La compañía californiana afirmó en un comunicado que la demanda es «incorrecta en cuanto a los hechos y la ley», por lo que se defenderá de manera vigorosa contra ella».
«Esta demanda amenaza quiénes somos y los principios que distinguen a los productos Apple en mercados ferozmente competitivos. Si tiene éxito, obstaculizaría nuestra capacidad de crear el tipo de tecnología que la gente espera de Apple, donde el hardware, el software y los servicios se cruzan», señaló.
El Departamento de Justicia alega que Apple utiliza su poder de mercado para obtener más dinero de los consumidores, desarrolladores, creadores de contenidos, artistas, editores, pequeñas empresas y comerciantes.
La demanda civil acusa a Apple de monopolio ilegal en el sector de los teléfonos inteligentes, que mantiene imponiendo restricciones contractuales a los desarrolladores y negándoles un acceso fundamental.
Apple ya ha sido objeto de investigaciones y órdenes antimonopolio en Europa, Japón y Corea, así como de demandas de empresas rivales como Epic Games.
Apple afirma que demanda puede sentar un «peligroso precedente»
Apple advirtió este jueves que la demanda del Departamento de Justicia en su contra bajo cargos de prácticas monopólicas en sus iPhone puede sentar un peligroso precedente de intervención gubernamental en Estados Unidos.
Si tiene éxito, esta demanda podría «sentar un peligroso precedente, dándole poder al gobierno para incidir fuertemente en el diseño de la tecnología que utilizan las personas», sostuvo el grupo en una declaración.