Murió a los 88 años el papa Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, el máximo representante de la Iglesia católica, dando fin a un papado que inició en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI como líder religioso.
El argentino murió tras una serie de complicaciones de salud, siendo la más reciente una neumonía bilateral, la cual se sumó a padecimientos previos, entre ellos de cadera, dolores en la rodilla, operaciones e infecciones respiratorias.
El anuncio de su muerte fue hecho por el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo a las 07:35 (tiempo de Roma), recordando que «el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de la Iglesia».
La oficina de prensa de la Santa Sede destacó que en vida, el Papa fue un fiel servidor de Jesucristo y que siguió su ejemplo ayudando a los menos favorecidos.