EL CANTO DE LA SIRENA
Primera de cuatro
“Llegaras primero a las sirenas que encantan (…). Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz (…) le hechizarán las sirenas con el sonoro canto (…) más si tu deseas oírlas, haz que te aten en la velera embarcación de pies y manos (…) y así podrás deleitarte escuchando a las sirenas.”
La Odisea, canto número XII, Homero.
Volvemos a los temas relacionados a la industria eléctrica. Toco el tema de esta termoeléctrica ubicada en el puerto de Mazatlán que lleva el nombre de José Aceves Pozos, líder sindical integrante en un tiempo, del movimiento electricista de Rafael Galván Maldonado denominado Tendencia Democrática. Esta generadora es mejor conocida popularmente en el puerto como “LA SIRENA” por estar instalada muy cerca de la colonia del mismo nombre a la orilla del estero de Urías, al sur de la ciudad.
Y nos interesa destacarla por la integración que ha existido, desde la década de 1940, de nuestro estado de Nayarit con toda la mitad sur de Sinaloa en lo referente a esta industria, desde el tiempo de la División Occidente de la CFE con sede en Tepic, y porque La Sirena se constituyó como la abastecedora de la demanda eléctrica a nuestra entidad por el norte desde 1976, antes de las grandes hidroeléctricas que ahora tenemos.
Empezó su construcción en el año de 1974, es inaugurada en noviembre de 1976, inició su generación con una capacidad de 316 Mw (1 Mw equivale a 1000 Kw) en dos unidades de 158 Mw cada una, aproximadamente cinco años después se agregó una tercera y última unidad de 300 Mw elevando la capacidad total de la planta a 616 Mw, su generación la sube a la red en 115,000 volts. El combustible básico utilizado es el combustóleo, para lograr la energía calórica suficiente en las calderas y convertir el agua líquida en vapor que fluirá por tuberías de alta presión que harán accionar las turbinas, convirtiéndose en energía mecánica, que a su vez se conectarán a los generadores de la energía eléctrica.
Las termoeléctricas se construyen a las orillas de ríos o del mar, porque una vez concluida la generación necesitan de agua para bajarle la temperatura al vapor a través de un equipo de condensadores, convirtiéndolo de nuevo en líquido y ser regresado con una temperatura aceptable, de acuerdo a las normas establecidas, a la fuente hídrica, que procure el menor daño posible a la flora y fauna marina, en este caso del estero de Urías.
El encanto de nuestra “Sirena” ha sido la garantía de luz y energía para empresas de la industria de la transformación, de la hotelería, alumbrados públicos, de hogares, oficinas y negociaciones en general, es la fuerza con la que el puerto se mueve. Pero cómo y porque aparece La Sirena con su canto imprescindible pero ensordecedor. Bueno, nos encontramos en el Estado de Sinaloa, precursor en México en el uso de la electricidad desde las últimas décadas del siglo XIX, con el puerto Mazatlán declarado de altura desde 1821 que avanzó en su modernidad de acuerdo a las necesidades del comercio marítimo internacional y como centro del mercado regional conectado a los estados vecinos.
En la región sur sinaloense inició un gran impulso principalmente en las actividades mineras, textiles, de la industria azucarera, cerveceras, productoras de muebles, etcétera, por empresas y empresarios extranjeros norteamericanos y europeos, asentándose en el municipio de Mazatlán (como en Culiacán) con sus haciendas y casas comerciales. Introducen prontamente la nueva tecnología de la generación de electricidad que vino a dinamizar su producción y a convertirse en la nueva industria que significó fuerza y luz en sus propios establecimientos y en venta al exterior en los alumbrados públicos, oficinas gubernamentales, servicios domésticos y negocios particulares a partir de este momento quien no utilizaba la electricidad quedaba en franca desventaja y con tendencia a desaparecer.