Por: Héctor Severiano Ocegueda
Tras el BANDERAZO por la PRESIDENCIA de México del día de hoy al frente Claudia SHEINBAUM, vamos por varias TAREAS. La primera, ASEGURAR la victoria electoral el 2 de junio. Bajo ninguna consideración debe abrirse la posibilidad de la RESTAURACIÓN del grupo NEOLIBERAL-VENDEPATRIAS (PRI-PAN) que se encaramó a la presidencia durante más de 30 años. Garantizar la CONTINUIDAD y PROFUNDIZACIÓN del proceso transformador, hasta ahora instalado principalmente en el nivel FEDERAL, es INELUDIBLE. En ese punto la UNANIMIDAD es fundamental: Claudia debe suceder en la batuta presidencial al presidente AMLO.
También debe ASEGURARSE la MAYORÍA en las cámaras del Congreso de la Unión, como GARANTÍA de una urgente y profunda REFORMA CONSTITUCIONAL. Existe INCONFORMIDAD por demás justificada derivada del método PRIISTA de selección de CANDIDATURAS, a la medida NO de los intereses del PUEBLO, sino de los intereses de grupos de PODER. En este punto, no obstante, sin por supuesto anular la CRÍTICA, no debería conducirse por la RUPTURA.
Esta POLÉMICA continuará y en los días próximos habrá de generar un proceso CRÍTICO ineludible que en mi opinión NO debería conducir a la RUPTURA. Nosotros NO podemos DETENER la IMPOSICIÓN de candidaturas de personajes IMPRESENTABLES porque quienes tienen el PODER ya lo decidieron y ellos serán, junto a la ALTA BUROCRACIA de Morena y los partidos aliados, RESPONSABLES de una posible DESBANDADA y RUINA de ese proyecto, manifiesta ya en numerosos casos de REBELIÓN presentes en todo el país como se puede constatar en reportes periodísticos y en redes sociales, expresos de forma verbal y escrita. Allá ellos. Nosotros tenemos la responsabilidad de continuar en el camino transformador ya trazado.
Por ahora, enfoco la reflexión sobre otro asunto
Pasado el ACCIDENTADO proceso de SELECCIÓN de CANDIDATOS, que sin duda seguirá en el CENTRO de la DISCUSIÓN política y tendrá CONSECUENCIAS, abordo un asunto que considero CENTRAL en la definición de un NUEVO SISTEMA POLÍTICO. Tal es el problema de la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA.
Aunque es evidente que la ELECCIÓN es el PROPÓSITO de la formación de ESTRUCTURAS territoriales, es importante su PERMANENCIA para la siguiente etapa. Es posible que estas estructuras, como tradicionalmente sucede posterior a una elección, se DISUELVAN, sin embargo, ahí reside una TAREA: Mantenerlas, hasta donde sea POSIBLE. Si las estructuras PERMANECEN será obra principalmente de la acción de los CUADROS de DIRECCIÓN, por lo cual estos CUADROS deben reunirse, deliberar e impulsar un proceso de ORGANIZACIÓN desde el nivel territorial más BÁSICO, hasta el MUNICIPAL y ESTATAL. Este proceso debería generar una caracterización del actual momento histórico en las escalas INTERNACIONAL, NACIONAL y LOCAL para dar paso a la formulación de un PROGRAMA. Estamos ante una gran oportunidad de dar CAUCE a la construcción de ASAMBLEAS POPULARES, foros, colectivos, comités o como se les quiera denominar, con el concurso de los movimientos y los mejores CUADROS políticos y sociales, para sentar las BASES de un sistema político DIFERENTE, basado en la COMPLEMENTARIEDAD de la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA y la DEMOCRACIA DIRECTA y PARTICIPATIVA.