- Pues según el INEGI, los nuevos hombres y mujeres que forman una nueva familia, en lugar de tener hijos, prefieren tener un perrito o perrita, para darle ese estatus del heredero de la familia
Pues amigos y amigas, con la novedad, no sé si sea mala o buena, sólo sé que es una novedad que se relaciona con un nuevo comportamiento de las juventudes que deciden unirse con sus parejas en cualquiera de las modalidades que existen hoy día para unirse, sea casándose, tomando una concubina, en una relación de pareja sin compromisos de ninguna índole, sea de “carita”, o sea explotador de mujeres, sea viviendo para probar si son empáticos, o cualquier otro tipo de forma de estar juntos, un hombre o una mujer.
Pero la novedad no es esa, la novedad es que las nuevas uniones entre personas de distintos sexos formales y normales, me refiero a un hombre con una mujer, ya están bajándole a la costumbre de llenarse de chamacos para demostrar que son hombres, en el caso de los hombres y que tienen una mujer muy fértil, en el caso de las mujeres.
El asunto amigos y amigas, es que esas formas públicas de demostrar hombría y feminismo, están pasando a la historia entre la nueva generación de mexicanos en edad fértil, y claro, que deciden formar una nueva familia, pero ojo, en esas nuevas familias, ahora ya no aparece el hijo o hija, sino el perro, perrito o perrita, a veces, pero muy eventualmente, aparece un gato, pero es muy raro, siempre aparecen los llamados nuevos hijos y nuevos nietos de las abuelas, y estos son los perritos, o perrotes según sea el caso a los que de cariño, las parejas modernas llaman “perrhijos”
Y no es que quiera hacer escándalo o amarillismo de esta nueva modalidad de familia, les estoy comentando datos en los que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) México, en 2023, se registraron un total de 1 millón 820 mil 888 nacimientos. La tasa de nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil fue de 52.2, lo que representa una reducción de 2.3 puntos en comparación con el año anterior.
Eso sí, los estados de la república con mayor cantidad de nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil fueron: Chiapas con una tasa de 100.1, Guerrero con 69.5, y Oaxaca con 62.3, el sur de México, como ustedes se pueden dar cuenta.
Mientras que, las tasas más bajas se registraron en Ciudad de México (34.1), Yucatán (40.8), e Hidalgo (42.0), entidades federativas, del centro del país, como ustedes también se pueden dar cuenta.
Pero siguen los datos interesantes.
Pero miren, los datos siguen y siguen, por ejemplo, el INEGI contabilizó 101,147 nacimientos, de mujeres que dieron a luz, y que tienen entre 10 y 17 años, lo que equivale a una tasa de 11.4 nacimientos por cada mil mujeres en ese grupo de edad. Y otra vez, miren que casualidad de dato, las entidades con las tasas más altas de madres adolescentes y menores de edad, fueron Chiapas (21.7), Oaxaca (15.6), y Guerrero (15.5), o sea las mismas que fueron en donde hay más nacimientos.
Mientras que los estados en donde se registraron menos nacimientos de niños, dados a luz por adolescentes o menores de edad, fueron la Ciudad de México (5.6), Hidalgo (7.4), y Baja California Sur (7.8),
Pero centrémonos en nuestro asunto, que es el hecho de que las nuevas generaciones de mexicanos que hacen o forman una familia, deciden no tener hijos, a veces lo decide uno de los dos contrayentes, o pareja, a veces lo deciden en común acuerdo, pero lo cierto es que esta tendencia que es mundial, y se practica desde hace muchos años, muy especialmente en los llamados países de avanzada, también está impactando a nuestros muchachos en edad de reproducirse.
El problema es que ahora los recién unidos, deciden por ejemplo adoptar un perro o perra pues, sea pequeño o grande, y de alguna de los cientos de razas que existen en el mundo.
¿La razón?, pues nada más y nada menos que nuestros muchachos y muchachas aprendieron a cuidarse, aprendieron lo que, por años y años, les dijeron a las jóvenes y a los jóvenes de pasadas generaciones, y de lo que nunca hicieron caso, me refiero a que no “metieran la pata”, como se decía en el argot de los padres cuando aconsejaban a sus hijos, aunque en la realidad metían otra cosa, pero le llamaban “pata”, coloquialmente.
El asunto amigos y amigas, es que, de seguir así esta tendencia, en el futuro se requerirán más domadores de perros y perras, que educadoras o educadores de niños y niñas, y pues entonces habrá que ir pensando en las carreras que serán más redituables en el futuro.
Esperemos que visto este fenómeno por las autoridades, no vayan a empezar una campaña intensa promocionando el embarazo, porque todo puede pasar en México…hasta el lunes