- SEPTIMA DE OCHO
- ¿TE ACUERDAS DEL PLAN HUICOT?
En el Segundo Informe de Roberto Gómez Reyes Gobernador de Nayarit en noviembre de 1971, se mencionó que en lo que corresponde al rubro de Electrificación del Plan Huicot, se concluyeron seis obras de tendido de la red de servicio eléctrico en los municipios de Del Nayar, Mesa del Nayar, en Huaynamota y Santa Teresa; en el municipio de La Yesca, Guadalupe Ocotán que se integró a los electrificados en diciembre 1969 (La Yesca cabecera municipal, Puente de Camotlán y Apozolco) y en el municipio de Ruiz, El Venado y Puerta de Platanares. Los seis pueblos sumaron 2 mil 766 habitantes y la inversión ascendió a 2 millones 228 mil 124 pesos.
Se nota a simple vista una elevación considerable en el porcentaje del costo por habitante, en las obras realizadas en la zona de la Sierra (arriba de un 66 por ciento), en relación con los costos de obra en otras zonas, por el incremento que ocasiona la transportación (El Nayar núm. 11091).
En el marco de esta política indigenista del Plan Huicot, la CFE instaló entre 1971 y 1973, diez pequeñas plantas móviles dieseleléctricas en poblados de la sierra nayarita que sumaron, junto con las tres ya en funciones, una capacidad de 711 Kw, las cuales proporcionaban un servicio irregular de aproximadamente cuatro horas diarias. La falta del transporte adecuado provocó que las fallas y descomposturas de las plantas se corrigieran con mucha tardanza por el personal de la CFE encargado del mantenimiento.
Los pueblos con estas diminutas plantas instaladas y su capacidad fueron: en el municipio de La Yesca, Huajimic 200 Kw, Apozolco 25 Kw, El Trapiche 30 Kw, La Yesca (cabecera municipal) 62 Kw, Puente de Camotlán 84 Kw, Amatlán de Jora 50 Kw, La Manga 50 Kw; en el municipio Del Nayar: Santa Teresa 30 Kw, Huaynamota 30 Kw, Mesa del Nayar 60 Kw, Guadalupe Ocotán 30 Kw, Jesús María 10 Kw, San Juan Peyotán 50 Kw.
Por otro lado quizá debido a la escasa rentabilidad, el abastecimiento del combustible diesel no se hacía muchas de las veces con la debida prontitud, propiciando que quedaran fuera de servicio por períodos de tiempo considerables. Algunas otras plantas suspendieron por la falta de operadores capacitados para manejar dichas unidades.
Lo anterior, no obstante que el Plan incluía desde el punto de vista operacional la capacitación de personal o la contratación mediante pagos simbólicos para un mejor manejo y cuidado de las plantas, y en función del mantenimiento contar con un equipo adiestrado de técnicos en ingeniería que no solo se avocaran a esta tarea en las plantas de energía eléctrica, sino en su caso vigilar y cuidar las bombas de los sistemas de agua potable.
Para tales efectos se sugería que mediante un convenio entre CFE y Servicios Coordinados, o en su caso ambas dependencias, destinaran el personal idóneo y la transportación aérea a las poblaciones de la región serrana para el mantenimiento mencionado.
Estas recomendaciones se vieron limitadas en gran medida por las condiciones geográficas ya citadas, en lo que se refiere al mantenimiento y la operación. Aun con la instalación de estas plantas, en el año de 1976, último del sexenio que instrumentó el Plan Huicot, la CFE sólo había participado en la sierra con un cinco por ciento del total de sus obras realizadas en materia de electrificación rural.*
*Centro Coordinador para el Desarrollo de la Región Huicot. Informe 1976, México, DF.